miércoles, 6 de mayo de 2009

Oasis: Espectacular

En primer lugar quiero agradecer a La Tercera por regalarme dos entradas al concierto, a platea baja numerada. Yo igual pensaba comprar, pero tuvieron la gentileza de adelantarse y regalármelas antes. También fueron muy amables al preocuparse de que los asientos reservados estuvieran... separados!!! Bueno, dicen que a caballo regalado no se le miran los dientes, pero si te regalan dos entradas... es para ir juntos!!

Finalmente, logramos sentarnos juntos y el concierto comenzó con puntualidad inglesa. Estábamos sentados en la última fila de la platea baja, veíamos relativamente bien, pero el escenario se veía un poco achatado entre las cabezas de la gente y la cornisa de la platea alta que estaba sobre nosotros. Después de un par de canciones lo que más destacaba era la potencia y pureza de los sonidos bajos. Un poco aburrido de ver ese escenario chato, me adelanté unas filas (porque por suerte teníamos asientos justo al lado de la escala) y el panorama cambió. El escenario que parecía de tres metros de alto repentinamente fue de quince y, mejor aun, aparecieron los sonidos agudos. Ahora escuchábamos las guitarras con potencia y claridad!

Con esto estoy derribando un mito, el que dice que en el Movistar Arena todos los asientos son buenos. No son todos buenos. Al menos ahora puedo decir que la mitad trasera de la platea baja es mala. Es preferible irse a platea alta, porque se debe ver el escenario con más amplitud y con certeza se debe escuchar mejor. Por suerte no fue mucho lo que nos perdimos, cuatro o quizás cinco canciones que escuchamos sin agudos.

Una vez superados los inconvenientes, disfrutamos un concierto espectacular. El sonido fue impecable, cero ruido, cero distorsión. No recuerdo haber ido a otro concierto con una calidad de sonido tan alta.

Oasis tocó casi por una hora y cuarenta minutos, haciendo un recorrido por sus éxitos clásicos como "Supersonic" o "Champagne Supernova" y combinándolos con temas de su nuevo disco "Dig Out Your Soul". Extrañé algunos temas que me gustan mucho, pero no me quejo. El comienzo con "Rock 'n roll star" y "Lyla" fue tremendo, capturando de inmediato la energía de las 15 mil personas que había en el Arena. La intensidad no bajó mientras recorríamos unas 10 ó 12 canciones, cuyas letras lamentaba no haberme aprendido de memoria, hasta que llegamos a una más seguidilla de canciones que sí me sabía, como la tranquila "Wonderwall" y, después, la potente "Supersonic" con una guitarra impresionante de Noel Gallagher. Después todos cantamos a coro una íntima "Don't look back in anger", en la que Noel volvió a lucir su virtuosa guitarra y un par de canciones después, nuevamente todo el Arena coreó el himno que es "Champagne Supernova", para terminar con "I am the walrus" donde compartieron créditos Noel con su guitarra y el baterista que culminó su energética noche con un par de minutos en que parecía estar solo en el escenario.

Es cierto que los hermanos Gallagher no se llevan bien y esa falta de química se nota en el escenario, pero nada de eso merma su talento. Como ya dije, Noel se lució con su guitarra rockera y también lo hizo con su voz en las canciones que cantó. Su hermano Liam no hizo precisamente un gran despliegue sobre el escenario -aunque hubo momentos en que sí interactuó con el público de cancha-, porque no era del todo necesario ya que el concierto estaba planteado de forma tal de destacar la música por sobre el espectáculo. El escenario era tranquilo, sin efectos especiales y una iluminación ágil pero sobria. Los músicos se dedicaron a entregar sus mejores interpretaciones y lo lograron. Por eso el concierto fue tan bueno.

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