Suena fácil, pero supongo que no lo es tanto. Pero bueno, acá por lo menos una guía de hacia dónde apuntar en la empresa.
Cuando a su empresa le va bien, los ingresos abundan y sus acciones suben ¿cómo saber si podría hacerlo aún mejor? ¿Cómo saber cuáles de sus prácticas de gestión hacen la diferencia y cuáles simplemente no están haciendo un daño visible? La respuesta obvia es mediante el benchmarking, pero no comparando a malas empresas con buenas empresas. La forma de resolver el problema es comparando a buenas empresas con otras aún mejores.
La investigación arrojó cuatro factores:
1. Explote antes de explorar: En la gestión del crecimiento, la tensión entre apalancar los activos existentes y desarrollar activos nuevos es bastante familiar. Las grandes empresas tienen una prioridad clara: la explotación.
2. Diversifique su portafolio de negocios: Las grandes empresas son adaptativas. Diversifican sus bases de proveedores, productos, clientes y mercados geográficos.
3. Recuerde sus errores: Las grandes empresas no tropiezan dos veces con la misma piedra. Los relatos importantes se transmiten de una generación a otra para que las generaciones sucesivas puedan extraer lecciones claras.
4. Sea conservador ante los cambios: Las grandes empresas se someten a cambios radicales sólo en momentos muy selectos de su historia y lo hacen cautelosamente.
Christian Stadler. Harvard Business Review. Julio de 2007.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario