domingo, 6 de septiembre de 2009

Hombres v/s mujeres (o niños v/s niñas)

Es la eterna guerra de los sexos...

Y ya desde chiquititos podemos verla, por ejemplo, en el sexto cumpleaños de mi hija menor que celebramos hace algunos días. Tuvimos una tropa de cabros chicos corriendo toda la tarde, pero por suerte ahora existen los animadores de cumpleaños (y los nuestros son super buenos, les agotan todas las pilas, puedo dar el dato), así que en vez de dedicarme a entretener a los niños pude tomarles muchas fotos y observarlos jugar.

Hubo un momento en que los animadores organizaron a los niños en un grupo y las niñas en otro para jugar a tirar la herradura. Las niñas no pusieron muy buena cara. Por sus cabezas debe haber pasado algo así como "para qué vamos a tirar la herradura si podemos seguir jugando a la ronda, bailando y cantando?" Ya en la fila, esperando su turno se rascaban la cabeza y miraban distraídas a cualquier parte en vez de fijarse en la compañera que estaba lanzando. Estaban tan dispersas que ni siquiera les pude tomar una buena foto!

Los niños, en cambio, mostraron todo su espíritu competitivo y trabajo en equipo. "Tenemos que ganarles a las niñas" deben haber pensado todos casi al mismo tiempo. La foto habla por sí sola: Actitud deportiva. Todos compenetrados con un mismo objetivo. Compañerismo a toda prueba.

Ganaron las niñas.

Y para entretenernos un poco más con esta batalla de los sexos, El Mercurio publicó hoy dos artículos sobre el tema. Uno habla sobre los hábitos de consumo de hombres y mujeres y el otro resume sus diferencias desde una perspectiva darwiniana. Veamos:
  • Ellas deciden las compras que tienen que ver con el hogar y los niños. Nosotros, sobre los artículos tecnológicos.
  • Las mujeres compran zapatos, perfumes, cremas y maquillaje. Los hombres compramos plasmas, ipods, computadores, música y vinos.
  • Para ellas vitrinear es entretenido. Sin comentarios.
Ahora sepamos cuáles son las ocho diferencias clave entre hombres y mujeres que plantea el darwinismo:
  • Las niñas de un día optan por mirar una cara humana. Los niños de un día de vida prefieren un móvil mecánico (bueno, a menos que al frente tengamos a la Angelina Jolie, por ejemplo).
  • Los juegos de las niñas son cooperativos y suelen terminar en un consenso, en cambio, los juegos de los hombres son competitivos, con relevancia de las reglas y con ganadores (obvio!).
  • Las mujeres son moderadas, balanceadas y adversas al riesgo. Los hombres somos ambiciosos, buscadores de status, enfocados a una tarea, arriesgados, agresivos, exhibicionistas, empeñados en ser primeros, grandes y mejores (así cualquiera diría que somos unos brutos animales en la selva, cosa que no es cierta... nop... cierto que no? :-s)
  • Ellas se especializan en cuidar a su prole. Ellos se especializan en competir por tener parejas (quién inventó la monogamia? fue una mujer, cierto?)
  • Las mujeres son más discriminantes en lo sexual. Los hombres somos más promiscuos e invertimos nuestra energía en ser los más grandes, brillantes y estridentes (ojo, dice 'más promiscuos', si ellas no son tan santurronas tampoco).
  • Ellas sienten más celos por las emociones y el compromiso que él pueda tener con otra. Nosotros sentimos más celos si pensamos que ella tuvo sexo con otro (yo no soy celoso, ja!)
  • Las mujeres se inclinan por los recursos: prospectos financieros, estatus, ambición (interesadas!) Los hombres nos inclinamos por la juventud y la belleza, que son signos de fertilidad (o sea, de la fertilidad igual hay que cuidarse, pero a las jovencitas lindas no les vamos a hacer el quite).
En fin, así es la interminable e infinita guerra de los sexos. Lo importante es tomarla con humor. De todos modos, por el lado nuestro ya sabemos que a las mujeres no hay que entenderlas, sólo hay que quererlas. Y al igual que en el juego del cumpleaños, algún día en el futuro, las niñas ganarán.

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