domingo, 26 de octubre de 2008

Cultivar la creatividad colectiva: el sello de Pixar

Nuevamente me estoy poniendo al día con mis lecturas de la Harvard Business Review. Tengo pendientes algunos artículos buenos que quiero comentar, pero mientras tanto voy a destacar algunas frases escritas por Ed Catmull (cofundador de Pixar y presidente de Pixar and Disney Animatior Studios) en la edición de septiembre/2008 de la revista. El artículo es sobre creatividad e innovación.

"El concepto de que las buenas ideas son más escasas y más valiosas que los buenos empleados, se basa en una noción errada de la creatividad."

"Si usted le da una buena idea a un equipo mediocre, ellos la van a estropear; si le da una idea mediocre a un gran equipo, ellos la van a mejorar o la van a descartar y crear algo que sí funcione."

Como podemos desprender de estas frases, la creatividad no es magia ni depende solamente de ideas innovadoras en si. Lo importante es el equipo creativo, el equipo que debe desarrollar nuevos proyectos de innovación y que este equipo viva dentro de un ambiente que le permita desarrollar su creatividad. En este sentido, el autor destaca tres principios en los que creen fuertemente en su empresa:

1. Todos deben tener la libertad de comunicarse con todos.

2. Todos deben sentirse seguros para dar ideas.

3. Debemos seguir de cerca las innovaciones que surgen en la comunidad académica.

Yo, personalmente, me quedo con las dos primeras como las más importantes y aplicables en cualquier empresa. Debemos fomentar que la gente intercambie ideas y que las desarrolle y debemos propiciar oportunidades para esos intercambios, incluso a nivel de conversaciones de pasillo. Pero tan importante como eso, también debemos hacer que la gente se sienta tranquila dando sus ideas, incentivarlos en vez de inhibirlos.

sábado, 25 de octubre de 2008

Bistrô Le Vin (Rio de Janeiro)

Ya es bastante entretenido cuando a uno le toca viajar por trabajo, pero cuando a uno le toca ir a Rio de Janeiro estamos hablando de palabras mayores.

Yo ya conocía otros lugares de Brasil, Porto Alegre y alrededores, playas en la zona de Sao Paulo y Pipa, una playa paradisíaca en el norte. Pero Rio tiene esa combinación de ciudad grande, entretenida, sofisticada, bonita y con playas espectaculares.

Definitivamente tengo que volver, pero por placer y, obviamente, con mi mujer.

Pero a nadie hay que contarle lo lindas que son las playas de Rio, su fama habla por si misma. Lo que quiero revelar aquí es la existencia de un restaurant francés de primera: el Bistrô Le Vin. Según me contaron, esta es la versión carioca, ya que el original está en Sao Paulo, quizás la ciudad donde mejor se come en Sudamérica. También me dijeron que desde que se abrió en Rio está siempre lleno.

El ambiente es muy sencillo (recordemos que así es un real bistrot francés) y acogedor. Nada de lujos en las mesas, manteles sencillos y sillas incluso un poco incómodas. Podríamos decir que el toque de elegancia lo ponen los mozos, que tratan de brindar un servicio bastante atento.

Y hablando de servicio, el primer deleite lo tuvimos con el paté -cortesía de la casa- que nos trajeron como aperitivo y que repusieron cada vez que lo terminamos. Convengamos que el pan no se acercaba a los estándares franceses, pero no importó porque el paté lo arregló todo.


El segundo deleite vino con el plato de fondo, un magret de canard acompañado con gratin dauphinois, que muy atinadamente venía servido en un plato separado. El magret estaba simplemente delicioso, cocinado justo en su punto, jugoso y acompañado por un salsa cuyo sabor particular no recuerdo, pero que en realidad no importa, estaba muy buena! El gratin también estaba en su punto justo, ni muy cremoso ni muy crujiente y, por cierto, muy sabroso.

Hasta acá, acompañamos con un vino Malbec argentino. Nuestros amigos anfitriones, muy conocedores de las bondades de los vinos chilenos, evidentemente no se la jugaron por un tinto local, pero tampoco quisieron aburrirnos con algún vino que podemos conseguir fácilmente en el supermercado de la esquina. El vino resultó bastante bueno, pero no me impresionó como otros Malbec que he probado, pero tal vez sea porque uno de los anfitriones pidió enfriarlo. Yo no soy especialmente conocedor de esta cepa, pero hasta donde sé no se toma fría!!

Finalmente, para cerrar una cena de sabores perfectos, evidentemente que pedí una crème brûlée: sublime. No hay más palabras.

La próxima vez que vaya a Rio, definitivamente volveré a Le Vin (www.levin.com.br)

Bonus Track: El Bar da Praia del Hotel Marina Palace, en el sector de Leblon, es muy entretenido. Se llena todas las noches hasta altas horas con gente que arma grupos en la calle si es que no quedan mesas y con muy buena onda, esa buena onda que sólo los brasileños le ponen a la vida.

sábado, 4 de octubre de 2008

La Sombra del Viento


Tengo sentimientos encontrados con este libro. Me costó leer las primeras 300 páginas, me demoré como nunca. Pero de ahí en adelante me lo devoré, incluso anoche me leí casi 150 páginas hasta las 3 de la mañana. Y realmente no sé por qué...

La Sombra del Viento, escrito por Carlos Ruiz Zafón, cuenta la historia de Daniel Sempere, un niño que al cumplir 10 años es llevado por su padre al "Cementerio de los Libros Olvidados", donde encuentra un libro fascinante, que lo lee en una noche y que lo envuelve en una historia llena de misterios, intrigas, sufrimiento y -cómo no- amor.

Daniel quiere descubrir qué pasó con el autor del libro, Julián Carax, que parece haberse desvanecido al igual que el resto de sus libros, ya que resulta imposible conseguirlos. En el curso de sus investigaciones -que abarcan hasta sus 18 años- Daniel va resolviendo los misterios sólo para encontrarse con más interrogantes que parecen no tener respuesta. En todo este camino, va conociendo a diversos personajes, habitualmente muy oscuros, con historias de mucho sufrimiento siempre vinculadas con Julián. Así, poco a poco, la vida de Daniel comienza a confundirse con la de Julián Carax, sumergiéndose cada vez más en una versión oscura de la Barcelona de la primera mitad del siglo XX.

Los personajes, en general, no me provocaron simpatía, salvo por la notable excepción de Fermín Romero de Torres. Inicialmente, Fermín es un vagabundo, pero luego, gracias a la generosidad de Daniel, se transforma y se convierte en su "guía espiritual", un iluminador y siempre dando gala de una habilidad extraordinaria para animar una conversación, incluso en las situaciones más adversas, con la justa combinación de humor, sarcasmo, ironía, picardía e inteligencia. Sin duda el mejor personaje del libro.

Tenemos un libro oscuro, con personajes oscuros, misterios envueltos por tinieblas, una ciudad llena de sombras e historias con finales trágicos. No da gusto leer este libro, provoca sensación de angustia, de que no habrá final feliz. Y entonces... por qué seguir leyéndolo? Supongo que justamente eso es lo que hace que uno se devore las últimas 150 páginas, la esperanza de que todo acabe bien (incluso más que saber qué pasó con Julián Carax) y que el destino de Daniel finalmente sea distinto a toda la oscuridad que les ha rodeado a él y a Julián.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Boston Legal: Mi nueva serie favorita

He estado poco productivo últimamente. Mi nueva pega me ha absorbido y en la casa no me dan ganas de prender el computador. Pero después de estos intensos días de trabajo de las últimas semanas, en esos momentos de descanso, en estado casi vegetativo frente al televisor, cuando lo único que uno puede mover es el dedo gordo para hacer zapping, descubrí una serie que ahora es de mis favoritas: Boston Legal.

La historia no es novedosa, se trata de un bufete de abogados encabezado por Denny Crane (William Shatner, el eterno Capitán Kirk) y Alan Shore (James Spader), acompañados por un simpático e inusual grupo de abogados, que ganan cuando juicio se les pone por delante. Genial es también el personaje de Shirley Schmidt (Candice Bergen, se acuerdan de Murphy Brown, la periodista ídola del canal FYI?).

Esta serie acumula varios Emmy's, principalmente por su elenco, pero lo que hace que ésta sea una serie sensacional son dos cosas. Primero, el especial e intenso sentido del humor que desarrollan los personajes, que me encanta porque es, a la vez, muy infantil, pero también de ironías dignas del humor más negro.

La otra cosa son las fenomenales e irreverentes argumentaciones de los abogados cuando hacen los cierres de sus juicios. Puede ser el juicio más trivial del mundo, pero siempre sacan a la luz alguna critica social, temas que se pasean por los límites de la moralidad y, con mucha frecuencia, críticas al gobierno estadounidense y a la idiosincrasia gringa. Notable!!! Sorprende porque uno no espera que los gringos tengan tamaña capacidad de autocrítica o de reírse de ellos mismos.

En resumen, creo que ya van 5 temporadas (y parece que ésta es la última), he visto apenas unos 5 capítulos, pero creo que pronto voy a conseguirme toda la colección para ponerme al día. Totalmente recomendable.