viernes, 24 de agosto de 2007

Cómo piensan los líderes exitosos

Esto es sobre un artículo que leí en la Harvard Business Review, sobre la forma de pensar de los líderes. Interesante perspectiva...

Centrarse en lo que un líder hace es erróneo. Lo que funciona bien en un contexto no necesariamente tendrá sentido en otro, incluso en una misma empresa o en la propia experiencia de un líder. Un nuevo enfoque propone centrarse en cómo piensa un líder, es decir, en los antecedentes de sus actos, o en la forma en que éstos son generados por los procesos cognitivos del líder.

El autor propone este enfoque como conclusión a su estudio sobre los líderes, donde ha descubierto que poseen un rasgo inusual: tienen la predisposición y la capacidad para manejar en su cabeza, al mismo tiempo, dos ideas opuestas y, luego, sin pánico y sin simplemente optar po una u otra alternativa, logran resolver creativamente la tensión entre esas dos ideas por la vía de generar otra nueva, que contiene elementos de las otras dos, pero que es superior a ambas.

Este proceso puede ser llamado pensamiento integrador. Y es esta disciplina, y no una estrategia superior o una ejecución impecable, lo que constituye el sello distintivo de las empresas excepcionales y de las personas que las dirigen.

Para aprovechar nuestras capacidad de pensamiento integrador (o mente oponible) debemos resistir nuestra inclinación natural hacia la simplicidad y la certeza. Nuestro primer impulso normalmente es, frente a dos opciones, optar por el modelo "correcto" y descartar el "erróneo". Al forzar una elección entre los dos, desactivamos la mente oponible antes que pueda buscar una solución creativa y perdemos todo el valor que podríamos haber generado al considerar ambos simultáneamente.

El pensamiento integrador tiene 4 etapas:

- Determinar lo relevante: Los pensadores integradores buscan factores menos obvios pero potencialmente relevantes, en vez de enfocarse sólo en los aspectos evidentemente relevantes.

- Analizar la causalidad: Los pensadores integradores consideran las relaciones multi-direccionales y no lineales entre las variables, en vez de considerar relaciones lineales de una sola vía, donde más de A produce más de B.

- Visualizar la arquitectura de las decisiones: Los pensadores integradores ven los problemas como un todo, examinando cómo encajan las partes entre sí y cómo las decisiones se afectan mutuamente. Los pensadores convencionales desmenuzan los problemas en varias partes y las trabajan en forma separada o secuencial.

- Lograr soluciones: Los pensadores integradores resuelven creativamente las tensiones entre ideas opuestas, generando resultados innovadores, en cambio, los pensadores convencionales toman una u otra opción, optan por las mejores opciones disponibles.

Las consecuencias del pensamiento integrador y del convencional no podrían ser más distintas. El pensamiento integrador genera opciones y soluciones nuevas. Crea una sensación de posibilidades ilimitadas. El pensamiento convencional pasa por alto las soluciones potenciales y alimenta la ilusión de que las soluciones creativas no existen. Con el pensamiento integrador las aspiraciones crecen con el tiempo. Con el pensamiento convencional, se marchitan cada vez que parece reforzarse la lección de que la vida se trata de aceptar trade-offs poco atractivos. Fundamentalmente, el pensador convencional prefiere aceptar el mundo tal cual es. El pensador integrador celebra el desafío de dar forma a un mundo mejor.

Roger Martin. Harvard Business Review. Junio de 2007. Reimpresión: R0706C-E.